jueves, 28 de abril de 2016

Doñana

Nikon D7200, Tokina 12-24 f4, exposición manual, trípode, panorámica formada por dos fotogramas horizontales solapados
No soy fotógrafo de paisajes pero aquella tarde en Doñana la luz era tan espléndida, el cielo tan dramático y la temperatura tan agradable que no pude resistirme a intentar plasmar la preciosa escena que estaba viendo. Bueno, tengo que reconocer que me olvido mencionar el pequeño e importante detalle que me facilitó las cosas y es que aquel día llevaba conmigo el objetivo gran angular de un amigo y... pues eso, que con mi teleobjetivo difícilmente hubiera podido captar este momento ;-)

Por cierto, una pena que se me escapara un arcoiris tremendo que unos minutos antes lucía sobre la zona pero, bueno, en mi memoria queda grabado.  

lunes, 25 de abril de 2016

Milano negro

Nikon D7200, AFS Nikkor 500VR f4, trípode, exposición manual

Nikon D7200, AFS Nikkor 500VR f4, trípode, exposición manual

Nikon D7200, AFS Nikkor 500VR f4, trípode, exposición manual

El milano negro es, probablemente, la rapaz más abundante en buena parte del territorio de la Península Ibérica pero no por ello resulta menos bonita, aunque a mí particularmente me gusta más el cada vez más escaso milano real. Una de las cosas que más me gustan de este ave es el derroche de agilidad que manifiestan continuamente y aunque es relativamente fácil fotografiarlas cuando planean o van en vuelo lento, conseguir captar uno de los numerosos quiebros que hacen cuando se lanzan al suelo es todo un reto.
Este fin de semana me quedé con las ganas de capturar uno de esos momentos de agilidad extrema y me tuve que contentar con algunas imágenes de vuelos más tranquilos :-)  


miércoles, 13 de abril de 2016

Alimoche

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR, trípode, exposición manual, hide con cristal espía
Continuamente me enfrento a la situación de elegir una foto entre una serie formada por varias tan parecidas que solo se diferencian por lo que pueda haber ocurrido en la diminuta fracción de tiempo que las separa. En fotografía de acción de aves una milésima de segundo se puede traducir en una membrana nictitante que arruina el ojo, un imperceptible giro de cabeza, una ligera modificación en la posición del cuerpo, un trozo de ala cortada o un cambio en la proporción de sombras y en esos detalles puede estar el factor que determina qué foto es la elegida. En muchas ocasiones tengo muy clara la elección al primer golpe de vista pero en otras me resulta tremendamente difícil y no soy capaz de identificar un elemento decisivo que incline la balanza en uno u otro sentido. En esos casos intento dejar a un lado los detalles y centrar mi atención en la sensación que me transmite cada imagen.
Esta foto pertenece a una serie de varias que tienen un fondo igual de lejano y desenfocado, con una luz general similar y en la que no hay problemas de enfoque. Solo hay variaciones debidas al movimiento del ave y al ángulo de la luz que le incide debido al giro.
Este alimoche es uno de esos casos en los que una imagen con un ojo medio tapado y la punta de un ala cortada le gana la partida a otras en la que hay un buen contacto ocular y las alas han entrado por completo en el encuadre. No sé bien porqué pero esta imagen me trasmite tranquilidad y un recuerdo especialmente agradable del momento si la comparo con el resto de la serie. Supongo que el hecho de que el ave esté en la asíntota de su giro, momento en el que dada la perspectiva parece ingrávido, la ligera inclinación de la cabeza y el ojo relajado son los elementos que hacen que me transmita tanta tranquilidad. Tal vez la posición de las alas en las otras imágenes de la serie, mucho más enérgica, rompe esa sensación de relax. No lo sé y tampoco importa demasiado ya que probablemente otra persona hubiera seleccionado la imagen siguiendo otro proceso pero a mí, ésta es la que más emociones me transmite y de eso se trata ¿no? De disfrutar de las fotos que nos hacen sentir ese cosquilleo que tanto engancha :-)

domingo, 10 de abril de 2016

El poder del Atlántico


Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode
Es alucinante la destreza que los moñudos derrochan a la hora de eludir las embravecidas aguas del océano Atlántico y, lo que es más preocupante, las afiladas rocas que se ocultan tras esa maraña de espuma enfurecida y que poco más a la derecha de la imagen se elevan de las aguas en forma de vertiginoso acantilado.
La mañana que realicé esta imagen, este cormorán repetía una y otra vez el mismo trayecto, a escasos metros sobre la superficie del mar, para acudir al nido en el que el otro miembro de la pareja ya se encuentra incubando.
Inicialmente, esta composición no me acababa de gustar ya que siempre que puedo intento dejar espacio libre en la dirección de vuelo pero la escena me evoca muy claramente lo que contemplé aquella mañana, el ave en la base del acantilado esquivando por poco las olas del mar, sin margen para errores. Esa idea finalmente hizo que la composición me gustara más que otras que tengo con más espacio a la derecha :-)

Detalle de la imagen anterior




lunes, 4 de abril de 2016

Águila real 2

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode, hide con cristal espía

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode, hide con cristal espía
El protagonista de este retrato es el mismo ejemplar que aparece en mi anterior entrada, un macho que se mostró confiado como nunca he visto a una real. Tan tremendamente relajado como para posar un buen rato a una distancia que, al menos para mí, resulta sorprendente para una rapaz salvaje. Apareció caminando por detrás del hide en el que nos encontrábamos tres personas y de repente estaba delante del cristal a una distancia que inicialmente me obligo a moverme hacia atrás, muy despacio para no espantarlo, porque estaba por debajo de la distancia mínima de enfoque de mi objetivo. Tan cerca que el movimiento causado por el establizador de imagen hacía que la cabeza se saliera del encuadre !
Afortunadamente, se alejó lo justo para que pudiera enfocarlo mientras se zampaba tranquilamente una carcasa de pollo. Estuvo al menos diez minutos así antes de subir al posadero en el que aparece en la foto anterior dónde se quedó comiendo tranquilamente durante muuuucho tiempo.
Toda una experiencia que ya quisiera poder disfrutar más a menudo ;-)

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode, hide con cristal espía

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode, hide con cristal espía

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode, hide con cristal espía