Ya he dicho un montón de veces lo encantado que estoy con mi Nikon V1 y también creo que he dicho unas cuantas veces que tiene un montón de limitaciones que la hacen incómoda de sostener, tediosa de manejar, enrevesada de configurar y hasta voluble (si esa cualidad se puede aplicar a una máquina). Lo que me sigue sorprendiendo es que cada vez que revelo alguna foto realizada con ella se me olvidan todas esas cosas. Se me olvida la endeblez de su AF continuo y la desesperante lentitud que se toma para "arrancar". Me olvido también de que el visor electrónico se ponga en modo "revisión" a cada suspiro que doy o que una insignificante mota de polvo bloquee un pequeño sensor que hay junto al ocular y que desactiva la pantalla LCD.
Las fotos que acompañan a esta entrada son de este verano, de un grupo de gaviotas tremendamente tolerantes a mí presencia que ya han protagonizado varias entradas en el blog.
Con este ejemplar en concreto me decidí a probar con el 1,4X-TC porque la luz era muy buena, la distancia muy corta y el uso de un f10 eran ingredientes más que adecuados para maximizar el rendimiento del teleconvertidor.
La verdad es que las pruebas que había hecho con el teleconvertidor, el 500VR y la V1 solo invitaban a usar esta combinación a distancias cortas, con buena luz y diafragmando para no perder definición ya que el sensor de la V1 tiene demasiada resolución para el teleconvertidor.
Nikon V1, FT-1, AFS Nikkor 500 VR +1,4X-TC, f10, 1/1000s, ISO 400 |
Fue un gustazo enorme poder encuadrar a una gaviota relajada mientras se acicalaba el plumaje y buscar encuadres muy diferentes a los que habitualmente me permite la D300. El problema era que, a tan corta distancia, la magnificación hacía que los movimientos de la gaviota parecieran desmesurados y gigantescos. A esta distancia, además, el "castratto" AF continuo de la V1 hacía que, incluso con la profundidad de campo asociada a un f10, fuera difícil meter a foco el ojo y el pico de la gaviota como se puede apreciar en los dos detalles siguientes. A pesar de ello, la adquisición inicial de enfoque se mantuvo sorprendentemente rápida. Brillante, me atrevería a decir.
Desde luego, después de esta sesión a "quemarropa" estoy más convencido que nunca de lo que esta cámara podría llegar a hacer sin las limitaciones que trae de fábrica.
NOTA: Las imágenes que subo a blogger siempre pierden bastante calidad comparadas con lo que veo en mi monitor pero desde hace un par de semanas estas pérdidas de calidad me parecen mucho más sustanciosas. No sé si se debe a una actualización del software o a qué pero tengo que esforzarme mucho más que antes por optimizar las imágenes y, aún así, no quedo satisfecho con el resultado.