Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4X-TC, a pulso y de rodillas, exposición manual, recortes de entre 6 y 8Mp ISO500 f6,3 1/1000s
Una mañana del verano pasado, en un arrozal de Portugal, estuve intentando capturar las acrobacias aéreas de las golondrinas mientras cazaban insectos sobre la lámina de agua e incluso mientras se bañaban. Descubrí que, a pesar de toda la experiencia acumulada en fotografía de vuelos y en manejo de teleobjetivos, capturar a estas veloces criaturas con un 500 mm era algo que quedaba fuera de mis posibilidades. Hará un par de semanas volví a toparme con un par de golondrinas bañándose en un canal de agua, en el entorno de Doñana, e intenté probar suerte de nuevo.
Las circunstancias eran radicalmente diferentes y tras estudiar el movimiento de las aves unos minutos decidí que la cosa pintaba bien: muy buena luz de atardecer, un fondo de color claro y lejano, golondrinas volando contra el viento y con un ángulo de luz adecuado. Una situación repetitiva que facilitaba predecir el momento de disparo justo cuando las avecillas salían del agua (momento de menor velocidad).
Las fotos fueron cayendo una tras otra, con una facilidad pasmosa y como la distancia seguía siendo alta, monté el 1,4X-TC ya que la buena luz compensaba la pérdida de luminosidad y ayudaba con la profundidad de campo.
Inicialmente, no estaba muy contento con las imágenes ya que tenía que recortar bastante pero ahora me gustan más ya que es la acción del ave y la miríada de gotas flotando en el aire lo que importa y no el detalle. Bueno, al menos así lo pienso yo.
Una experiencia radicalmente opuesta a mi frustrante sesión con las golondrinas portuguesas. Desde luego, no hay nada mejor que estar en el lugar adecuado y en el momento oportuno :-)
Las fotos fueron cayendo una tras otra, con una facilidad pasmosa y como la distancia seguía siendo alta, monté el 1,4X-TC ya que la buena luz compensaba la pérdida de luminosidad y ayudaba con la profundidad de campo.
Inicialmente, no estaba muy contento con las imágenes ya que tenía que recortar bastante pero ahora me gustan más ya que es la acción del ave y la miríada de gotas flotando en el aire lo que importa y no el detalle. Bueno, al menos así lo pienso yo.
Una experiencia radicalmente opuesta a mi frustrante sesión con las golondrinas portuguesas. Desde luego, no hay nada mejor que estar en el lugar adecuado y en el momento oportuno :-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario