lunes, 10 de marzo de 2014

Querida Nikon D300... (1ª parte)

 
Nikon D300, AFS Nikkor 500 VR, trípode, exposición manual, ISO1000, f4, 1/200s

... te escribo estas líneas para manifestar el enorme aprecio que siento por tí, a pesar de que los años transcurridos hagan que tu obturador comience a encasquillarse cada cierto tiempo. Normal, esos siete años y casi 128.000 disparos que llevas a cuestas hacen estragos en cualquiera. No me olvido de que tu sensor está muy lejos de ser lo que se dice "state of the art" y que aventurarme contigo más allá de ISO800 supone llevar al límite tus capacidades digitales. Pero tampoco me olvido de lo bien construida que estás, de tu modesta aunque notable capacidad buffer (...qué digo modesta, pero si a día de hoy todavía muy pocas cámaras te superan!) y sobre todo, no me olvido de ese sonido de ametralladora que produce una de tus largas ráfagas a 8 fotogramas por segundo y que a día de hoy solo tus hermanas mayores superan. Ya sé que algunas veces me he quejado de que no fueran un par de fotogramas extra por segundo pero, qué demonios, todavía son más que suficientes para capturar la acción. Tampoco se me olvida lo bien que te entiendes con la batería extra de mi D2X ni de ese AF tuyo que mantiene el tipo incluso en condiciones de luz escasa y con tan poco contraste como la otra tarde en el Castillo de Monfragüe. Apenas unos segundos de luz rosada que bastaron para capturar una veintena de fotogramas, todos con muy escasa definición debido al uso de ISO1000 y a la velocidad de obturación extremadamente lenta para un 500 f4, pero un puñado de los cuales me vuelven a recordar lo mucho que me gustan tus circuitos, tuerquecillas y todas esas tripas electrónicas que te rellenan...
(continuará...) 



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