Nikon D300, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, a pulso, exposición manual(detalle correspondiente a otro fotograma)
Despúes de muchos años me he propuesto volver a dedicarle más atención a las zumayas, mi especie némesis y ya llevo un par de días localizando territorios ocupados e intentando fotografiarlas. La primera noche fue fructífera en avistamientos aunque un rotundo fracaso en lo que a fotografía se refiere ya que cazar a estas aves en vuelo, con un 500 a pulso y en la escasa luz del crepúsculo es un auténtico milagro. Esta mañana he comezado las búsquedas diurnas y he localizado varios posaderos. En uno de ellos he podido fotografiar a este ejemplar, apenas una ráfaga y ha volado. La mañana ya estaba dejando paso a las fuertes luces del mediodía y he sudado bastante pero, al menos esta zumaya bajo una encina recibía un rayo de sol filtrado entre las hojas del árbol. De esta fotografía me gusta sobre todo el ambiente que rodea al ave, el increible camuflaje que hace que se vuelva prácticamente invisible en la hojarasca del suelo y ese pedazo de ojo de terciopelo que tienen, tan lleno de vida. Espero volver a fotografiar más zumayas :-)
3 comentarios:
Es una especie bonita e interesante. A ver qué otras entradas nos regalas de ella.
Hola Juan, menuda aventura ir en busca de territorios de chotacabras...aunque en tú caso la experiencia es un grado...y es mucho el entrenamiento que tienes ya con tus zumayas! A mi también me gusta cómo muestras a esta especie en su peculiar entorno, perfectamente camuflado. Ánimo con esos vuelos, que seguro que los consigues! Un abrazo!
Susss, cuenta con que habrá más entradas de zumayas ;-)
Atanasio sí que es toda una aventura pero tú ya sabes como son estas cosas, sarna con gusto, no pica ;-)
Publicar un comentario