He estado usando la Nikon D7200 desde finales de mayo aunque, por diversas causas, lo he hecho de forma muy intermitente y básicamente solo he tenido ocasión de probarla con mi Tamron SP 150-600 VC. Las sensaciones con este objetivo han sido muy buenas pero tenía muchas ganas de someterla a una prueba real con el Nikkor 500 VR cosa que no he podido hacer hasta hace unos días, entre otros motivos porque el 500 tenía que pasar una revisión en el servicio técnico.
La semana pasada, tras una larga temporada de escasa actividad fotográfica, conseguí hacer un hueco entre el frenético ritmo diario del trabajo, los niños y otros menesteres y escaparme un par de horas al campo para ver qué tal se entendían la D7200 y el recién ajustado y afinado 500 VR tras su visita a FINICON. Tuve la suerte, además, de encontrar un grupo de aves inusitadamente colaboradoras que me dieron un montón de oportunidades fotográficas así que pude ver el rendimiento del equipo a fondo y volver a casa con la sensación de haber disfrutado mucho con la respuesta del equipo. En resumen, estoy realmente satisfecho con ésta cámara y con la forma en que se entiende con los objetivos que uso. Muy satisfecho.
No voy a entrar a comparar en detalle esta cámara con mi adorada D300 y a pesar de que hay varias cosas que echo de menos en la D7200 no sería justo decir que no estoy encantado: La respuesta del AF me ha gustado mucho y me parece notablemente mejor que la de la D300 y, al menos en condiciones de luz pobre, la diferencia es importante. Aspectos como la adquisición de foco inicial y la consistencia en el seguimiento se notan bastante mejorados, algo que he notado rápidamente en la fotografía de vuelos, con un mayor número de imágenes en foco, series más consistentes y una mejor capacidad para fotografiar vuelos contra fondos de vegetación que a la D300 le generaban bastantes problemas. El incremento en buffer respecto a modelos anteriores es para mí más que suficiente y la calidad de imagen, bueno no es ninguna sorpresa decir que está muy, muy mejorada con respecto a la D300. No en vano hay bastantes años de diferencia en avances técnicos entre ambos modelos. Ya lo había comprobado con modelos anteriores como la D7100 aunque no fue motivo suficiente para jubilar mi D300 y es que el AF y buffer de la D7100 me parecieron frustrantes, decepcionantes…
Probablemente, lo que más echo de menos es la configuración de botones y diales ya que la calidad de construcción no me ha supuesto ningún problema de momento. Eso sí, toquemos madera, el día que se caiga al suelo me acordaré de “cualidad de tanque” que tiene la D300. Por supuesto, también echo de menos el contar con los 8 fps de la D300 aunque me gusta mucho la idea de usar un mismo tipo de batería para la D7200 y la V1.
Respecto a las pruebas del otro día hay que decir que garzas reales, garcetas grandes, garcetas comunes y gaviotas reidoras estuvieron especialmente colaboradoras y, aunque los niveles de luz en algunos momentos no fueron muy adecuados, la cámara pudo rendir a tope.
De momento, aquí dejo unos vuelos de garza real. En próximas entradas iré incorporando más imágenes de acción de la sesión del otro día :-)