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martes, 6 de mayo de 2014

Peregrinos

Nikon V1, FT-1, AFS Nikkor 500 VR f4, 1,4X-TC, trípode, exposición manual, sin hide
Este fin de semana me he vuelto a encontrar con esta pareja de viejos conocidos, ocupando su territorio habitual y sus posaderos favoritos. Tan solo en una ocasión los he podido fotografiar juntos, a primera hora de la mañana y en uno de los relevos que realizan para no dejar solos a los pollos. Supongo que está criando porque otros años a estas alturas están en plena fase de cría aunque el nido no es visible y está en un lugar sumamente recóndito, a salvo de molestias.
Uno de los mañanas, mientras estaba fotografiando grajillas, el macho se posó muy cerca de mí, tranquilo y relajado, aunque en un lugar bañado por la sombra. Decidí montar el teleconvertidor 1,4X-TC para intentar llenar encuadre y me permitió unos cuantos fotogramas aunque la escasa luz, y a pesar del estabilizador de imagen, me obligó a usar una velocidad de obturación muy baja y la mayor parte de las fotos están trepidadas aunque 3 o 4 se salvaron.

Una pena haber usado el 1,4X porque la extremada definición del sensor de la V1 pone en evidencia las prestaciones de este teleconvertidor, especialmente cuando la luz no es intensa.
Aún así, es un placer tener aun halcón salvaje posado tan cerca, observándote relajado y tranquilo :-)    

Nikon V1, FT-1, AFS Nikkor 500 VR f4, trípode, exposición manual, sin hide

Nikon V1, FT-1, AFS Nikkor 500 VR f4, 1,4X-TC, trípode, exposición manual, sin hide


miércoles, 18 de abril de 2012

El príncipe de los cielos


Nikon V1, FT1, AFS Nikkor 500VR+1,4X-TC, trípode y wimberly, exposición manual, formato cuasi completo

Hoy estoy cursi. A estas horas y justo antes de la cena ya estoy hasta el gorro de haberme traído trabajo a casa así que me he puesto a mirar las fotos de mi último viaje a Portugal y he seleccionado a este precioso ejemplar de halcón al que el nombre de príncipe, aunque suene cursi, le va como anillo al dedo porque se mueve con una gracia, elegancia y velocidad que te deja con la boca abierta. Esto sí que es realeza y no otros que andan por ahí abatiendo elefantes... 

martes, 6 de septiembre de 2011

The fastest bird on earth (semifinales BBC-Veolia WPOTY 2011)


Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4X-TC, a pulso, exposición manual

Seguramente, esta es una de las fotografías de mayor dificultad que he realizado nunca y una de las más satisfactorias también. He soñado muchas veces con ver y fotografiar a un halcón peregrino a plena velocidad, llenando encuadre y con una luz magnífica pero el día que hice esta foto, ni por asomo esperaba encontrarme con una escena como ésta. Una luz dramática sobre el proyectil viviente y un fondo que combina los detalles de la roca con la homogeneidad de la sombra que ayuda a aislar al protagonista. La enorme velocidad del ave y el tiempo necesario para encuadrarlo sólo me permitieron hacer tres fotogramas de los cuales tan sólo uno tiene la definición necesaria. Me hubiera gustado que el peregrino estuviera un poquito más cerca para evitar el pequeño recorte que tiene esta imagen pero, poco más. De esta foto me gusta la sensación de vacío que genera la oscuridad, la iluminación que baña, por parejo, al ave y a las rocas y que añade volumen a la escena, el espacio libre en la dirección de vuelo y la mirada fija del ave en su objetivo.He fotografiado a este mismo ejemplar en varias ocasiones y lo he tenido mucho más cerca pero ninguna foto me llena tanto como ésta. Cada vez que la veo, no puedo más que imaginarme a David Attemborough diciendo, con esa fabulosa pronunciación de la que hace gala y con esa maravillosa capacidad para transmitir la emoción por la naturaleza, “A peregrine falcon, the fastest bird on earth” 

Esta fotografía, junto con otras dos más, ha alcanzado este año la etapa de semifinales en el BBC-Veolia Wildlife Photographer of the Year 2011. Es la segunda vez que participo y la primera que llego tan lejos. Espero que el año que viene consiga llegar un poquito más lejos todavía y no estaría nada mal encontrarme por allí a Sir David ;-)

viernes, 27 de mayo de 2011

Peregrinos

Nikon D300, AFS Nikkor 500VR (1,4X-TC y 1,7X-TC)

El fin de semana pasado conseguí acercarme un poquito más a los peregrinos lo cual no tiene mucho mérito porqe parece que esta pareja está realmente acostumbrada al tránsito de la gente que anda por la zona. De hecho, parecen absolutamente indiferentes a los seres humanos, tal vez porque tienen el nido en un sitio tan inexpugnable que les hace sentir totalmente seguros.
A primera hora de la mañana ya estaban desperezándose en uno de sus posaderos habituales. Pensé que no estarían criando porque ver a la pareja junta me sorprendió. Más tarde descubrí que su prole ya esta muy crecida y los dejan solos bastante tiempo. Bueno, hablo en plural pero tan solo vi un pollo volantón que acudió a uno de los desplumaderos cuando uno de sus padres cazó una tórtola de collar. Allí estuvo disfrutando de las atenciones parentales durante media hora que fue lo que les duró la presa.
La luz de la zona, es magnífica, pero a esa hora de la mañana el desplumadero estaba en sombra así que las 200 fotos que le hice no dejan de ser testimoniales pero, el recuerdo del espectáculo me queda en la memoria :-)

miércoles, 2 de marzo de 2011

250 km/h

Nikon D300, AFS Nikor 500VR+1,7X-TC, a pulso, exposición manual, f8, 1/1250s, ISO800, 6Mp

250 km! Se dice pronto, pero esa es la velocidad aproximada que le calculo a este halcón peregrino en el momento de hacer esta foto (tomando en consideración la distancia que recorrió antes de perderlo de vista, la velocidad de disparo de mi D300 y el número de fotogramas que le pude hacer). Y todo casi sin mover un músculo, apenas dos o tres breves aletazos. Aún estoy impresionado con los picados nupciales que hacía la pareja de halcones, las vertiginosas trayectorias que en el último segundo evitaban, como si nada, una muerte segura contra las rocas de su territorio y la tremenda facilidad con la que se codean con las corrientes de aire. Una impresionante persecución a una paloma que no terminó muerta, sospecho, porque el halcón se lo estaba tomando como un juego. En realidad tengo la sensación de que durante el tiempo que estuve observándolos volaban simplemente para dejar claro que eran los dueños del roquedo. Volar por el placer de volar lo cual tampoco me sorprendería porque ¿puede haber algún motivo mejor que hacer las cosas por el puro placer de hacerlas?

lunes, 19 de abril de 2010

El "Proyectil Viviente"


Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,7XTC, a pulso, exposición manual
El halcón peregrino es, en mi imaginario ornitológico personal, una de esas deidades aladas que fascinan sólo con oír su nombre. Un ave mítica para mí y estoy seguro que también para muchos cientos de miles de pajareros. Cuando tenía apenas siete u ocho años recuerdo que construía halcones peregrinos con pinzas de la ropa, de madera, un poco de cartulina, pegamento y rotuladores. Ni que decir tiene que los rotuladores eran “Carioca” y el pegamento “Imedio”, por supuesto :-)
Mis halcones infantiles, ya fueran de madera o pintados en un cuaderno escolar, siempre eran representados en picado. Me fascinaba eso de que un ave pudiera volar a 300 km/h y la estética de las alas puntiagudas pegadas al cuerpo. El diseño facial tan distintivo del “proyectil viviente” como lo llamaba Félix.
La verdad es que no he podido disfrutar mucho de estas aves ya que siempre las he visto muy de lejos pero hace unas semanas tuve la suerte de encontrarme con esta preciosidad, tan acostumbrada a la presencia humana que posó para mí durante una hora. Con toda la indiferencia del mundo, sin importarle la presencia de los paseantes, los ciclistas o los observadores de aves.
Mi sueño infantil se vio recompensado tras un montón de años y hasta pude fotografiar al “proyectil viviente” en plena acción, volando como un misil de crucero. Salvaje y en un entorno salvaje. Las alas puntiagudas y afiladas como un cuchillo y ese precioso diseño facial luciendo bajo el sol. Uuuuf, no sé a cuantos km/h iría pero sólo me dio tiempo a hacerle tres fotogramas antes de que se posara y decidiera pasar toda la mañana acicalándose bajo los tibios rayos de sol. Una de esas fotos ya se ha convertido en mi favorita, una de las mejores que he hecho nunca.