miércoles, 19 de noviembre de 2014

El retorno de Tamron (3ª parte)


Con esta cierro las entradas dedicadas a mis impresiones iniciales sobre el Tamron SP 150-600 VC con el que, tras la breve experiencia de usarlo, me siento muy, muy contento.
Cuando me decidí a probar este objetivo estaba buscando un zoom flexible, ligero en comparación con el 500 f4, robusto, con una buena respuesta de AF y que me permitiera usarlo a pulso. Básicamente quería un objetivo todoterreno para llevar en las caminatas por el campo sin que tuviera un precio desorbitado. El nuevo AFS Nikkor 80-400 era muy tentador pero, sinceramente, me parece que su precio es excesivo. El Sigma 120-300 2,8 me resultaba demasiado pesado y demasiado corto en lo que a distancia focal se refiere y las alternativas de Sigma 150-500 y 50-500 ni siquiera me las planteé.
Así que cuando salió el Tamron y comencé a ver buenos indicios de su calidad en internet me decidí a probarlo. Francamente, por unos 1000 euros no esperaba nada del otro mundo pero, sorpresa, ha superado con creces mis expectativas. Probablemente si ahora tuviera que volver a decidirme me sentiría sumamente tentado por el nuevo Sigma 150-600 de la serie Sport que apunta muy buenas maneras. Mejor construcción, mejores características ópticas, un limitador de enfoque mejor pensado y ese bloqueo de distancias focales que supera al Tamron. Un poco más caro pero muy lejos del estratosférico precio del Nikkor. Aunque, tengo que decir que si bien los datos técnicos de calidad de imagen superan al Tamron, todavía no he visto ninguna imagen del Sigma que sea notablemente mejor que lo que estoy viendo con el Tamron. 


Esta serie de cabra montés es la primera prueba del uso real que quiero darle al objetivo y las realicé durante una mañana de caminata por la sierra, subiendo y bajando por las rocas tras las cabras  y acompañado de un monopié. 
Si bien el objetivo se portó muy bien aún tengo que adaptarme a su uso aunque todo se andará. Noto que la exposición en manual con este objetivo tiende a dar resultados sobreexpuestos respecto a lo que obtengo con el 500 pero ese es un detalle sin importancia al que me adaptaré rápido ya que es muy fácil de corregir y no es un problema en si del objetivo sino del usuario. Otro "problemilla" de uso que he encontrado es que inevitablemente tiendo a ponerlo a 600 mm lo que significa que lo estoy usando más allá de los 400 mm que le daba de confianza o, lo que es lo mismo, que estoy usándolo en la distancia focal que probablemente más flaquezas tenga este objetivo. También se podía decir que el hecho de usarlo a 600 mm significa que es bastante mejor de lo que me esperaba pero, bueno, sea como sea mi intención es usarlo como máximo hasta 450-500 mm para aprovechar el rango focal en el que el rendimiento parece mejor.
Por último, hay que señalar que solo he podido probarlo con mi D300 y este objetivo debe dar mejor rendimiento con cámaras que permitan tirar de un ISO más alto para así poder compensar su reducida luminosidad. Con mi D300 prácticamente estoy al límite si intento usarlo con poco luz.
Por resumir de algún modo mis sensaciones con este objetivo señalaré las cosas que más me han gustado las que menos me han gustado. Por ahora, ya que a medida que lo vaya usando mis impresiones sobre algunos aspectos se irán aclarando así que iré modificando estos listados ;-)

Entre las cosas que menos me gustan de este objetivo están:
  • Limitador de distancia focal: el rango que le han puesto lo hace, al menos para mí, absolutamente inútil.
  • Equilibrio: al extender el zoom al máximo se produce una descompensación importante del peso hacia la parte frontal que complica su manejo a pulso aunque, siendo justos, es algo que se puede esperar de un zoom de este tipo.
  • La base del collar para trípode: me resulta muy corta para usar a pulso, especialmente considerando el desequilibrio de masas que se produce al extenderlo. Ya estoy buscando una pletina más larga que además me permita usarlo con la Wimberly head.
  • Que no tenga sujeciones para la correa en el collar de trípode.
  • Aunque no es definitivo porque no lo he probado lo suficiente, los resultados que he obtenido en situaciones de acción no tienen el mismo nivel de definición que las imágenes de sujetos estáticos con independencia de la velocidad de obturación que se use.
  • Que no tenga algún tipo de bloqueo físico que me impida ponerlo a más de 500 mm de distancia focal... tendré que inventar algún sistema alternativo para lograrlo je, je.



Y las cosas que más me han gustado por ahora:
  • Su excelente relación calidad precio.
  • La flexibilidad de su rango focal.
  • Su velocidad de AF hasta 450-500 mm, me ha parecido bastante aceptable. Infinitamente mejor que la de mi viejo AF Nikkor 80-400... 
  • La fiabilidad del AF. Entre 150 y 450-500 mm la respuesta del AF a la hora de adquirir el enfoque me parece bastante buena en condiciones de luz adecuada. Por encima de 450-500 mm ya no es tan fiable aunque eso también era de esperar.
  • Una calidad óptica mucho mejor de lo que esperaba.
  • Un bokeh bastante decente.
  • Que no se pueda usar con la Nikon V1... sí, así es, casi que me alegro de que sea así porque de lo contrario me vería haciendo filigranas con este objetivo y la V1, lo cual le restaría ese punto de flexibilidad para patear el campo que buscaba. 
  • Su usabilidad a pulso. Me gusta bastante el comportamiento del objetivo a pulso ya que su estabilizador responde bastante bien a la regla de "1/distancia focal = velocidad de obturación mínima" especialmente ente 150 y 500 mm. 





domingo, 16 de noviembre de 2014

Pagazas piquirrojas (Sterna caspia)

Nikon V1, 1-Nikkor 10-30, exposición manual, a pulso

Nikon V1, 1-Nikkor 10-30, exposición manual, a pulso
Hacía tiempo que no cogía los pinceles o, mejor dicho, hacía tiempo que no cogía los pinceles y terminaba algo que me gustara mínimamente, pero esta mañana me levanté con inspiración y la tranquilidad suficiente para dejarme llevar por las acuarelas y el "cachucheo" que ello implica así que cogí un boceto a lápiz que hice la semana pasada y me propuse convertirlo en algo más. 
A ver si esto me sirve de motivación para darle más vida a mis trastos de pintar ;-)

jueves, 13 de noviembre de 2014

El retorno de Tamron (2ª parte)

En la entrada anterior sobre el Tamron SP 150-600 VC puse varias fotos realizadas con el objetivo pero en condiciones mucho más controladas que las que me suelo encontrar en la naturaleza así que hoy toca mostrar algunas cosillas realizadas ya en plena faena de campo. Al tratarse de aves en libertad e imágenes realizadas sin hide la verdad es que incluso los 600 mm de este objetivo se quedan cortos pero eso no es ninguna novedad ya que, como no suelo usar hide, simepre me encuentro con esa circunstancia e incluso cuando uso el 500 f4 con el 1,4X y la V1 tengo la sensación de que las aves están demasiado lejos en la mayoría de las ocasiones.
La mayor parte de las imágenes que acompañan a esta entrada están realizadas a 600 mm, f8 y al atardecer (y algunas con recorte) por lo que las condiciones de luz no son las más adecuadas para sacarle la máxima calidad al objetivo. Más aún si se considera que para conseguir una velocidad de obturación medio decente tengo que forzar mi agonizante D300 y usar ISO800 ó ISO1000. 
Los protagonistas de la primera serie de imágenes son tejedores cabecinegros (hembras y juveniles) y están realizadas en los arrozales del entorno de Doñana. Curiosamente, he fotografiado los tejedores de esta colonia en varias ocasiones y nunca se habían mostrado tan confiados como el otro día ya que incluso al bajar del coche buena parte de la colonia se posaba a 4 ó 5 m de dónde yo estaba.





En este detalle a tamaño real de la imagen anterior se aprecian los detalles que el Tamron puede llegar a resolver a pesar de que (no entiendo porqué) me encuentro una y otra vez que las imágenes que subo a blogger pierden muchísima calidad y aparecen bastante pixeladas y con artefactos de jpg.






Por último, un par de imágenes de gorrión moruno realizadas junto a la colonia de tejedores, la primera con un recorte muy importante (aproximadamente el 50%) y la segunda virtualmente a formato completo. 



Aún no he tenido ocasión de probar a fondo el objetivo para fotografía de acción, con buena luz (para no tener que andar justo de velocidad de obturación y no tener que recurrir a ISO muy altos) pero algunos vuelos que he podido hacer no acaban de gustarme demasiado en lo que a definición se refiere y creo que tal vez este sea uno de los puntos más débiles del Tamron. Aunque hay que ser honesto, tiendo a compararlo con los resultados que obtengo con el 500 f4 y eso no es demasiado justo para el Tamron. Otro punto en su descargo es que cuando decidí darle una oportunidad a este objetivo estaba buscando un zoom manejable que se portara bien hasta 400 mm (básicamente, una opción al Nikkor 80-400 que no tuviera un precio tan estratosférico) y la verdad es que las dos veces que lo he usado con aves ha sido tirando a 600 mm, con poca luz y en condiciones muy apretadas... lo cual da una idea de cuánto me sorprendieron los resultados a 600 mm que hice sobre sujetos estáticos.

Ojalá este Tamron tuviera algún tipo de bloqueo de distancia focal que me permitiera no pasar de 450-500 mm para aprovechar mejor su punto óptimo. En fin, tendré que acostumbrarme a no tirar de zoom demasiado... ;-) 

En la próxima entrada incluiré más imágenes de campo, muy diferentes a estas, y más próximas al tipo de fotografía para el que quiero usar este objetivo.

martes, 4 de noviembre de 2014

El retorno de Tamron (1ª parte)

"Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...." 





Llevo unas semanas probando el nuevo Tamron SP 150-600 VC y, como siempre que un nuevo objetivo cae en mis manos, lo primero que se me ocurrió fue hacer algunas pruebas con mi jaguar de juguete, el sujeto que habitualmente uso para hacerme una idea de cómo funciona un objetivo. Pero en esta ocasión, no sé bien porqué, me decanté por usar un par de famosos androides también de una escala similar a la del felino en cuestión. Tal vez porque el primer teleobjetivo que tuve "Hace mucho, mucho tiempo..." fue precisamente un Tamron SP 500 mm f8 catadrióptico y no había vuelto a tener ni usar un objetivo de esa marca hasta ahora. Eso sí, no he podido hacer las pruebas pertinentes en el planeta Tatouine y me he tenido que conformar con hacerlas en la azotea de mi casa ;-)

No voy a entrar a hacer un análisis en profundidad sobre este objetivo porque ya hay muchos en internet y porque cada vez más me aburren ese tipo de cosas y creo que es mejor que las imágenes hablen por sí solas. Por mi parte lo único que creo pertinente decir sobre este objetivo es que realmente me ha sorprendido mucho. Me ha IMPRESIONADO y los resultados generales me tienen muy contento, especialmente considerando su precio y, sobre todo, considerando el precio que tienen las alternativas en objetivos de estas características. 



La definición del Tamron, la velocidad de AF o el contraste en condiciones de luz escasa ni de lejos se acerca a lo que es capaz de producir el teleobjetivo Nikkor que habitualmente uso pero tampoco se acerca su precio, ni su peso, ni su manejabilidad, ni su portabilidad...  
Dicen que la mejor cámara del mundo es la que uno lleva encima en el momento de hacer la foto y si eso se puede aplicar a los objetivos, el Tamron es mucho mejor que mi Nikkor 500 f4 VR ;-)

Por cierto, cuando las condiciones son las adecuadas, la definición del Tamron sorprende mucho al compararla con la del Nikkor...





Nota: En las dos fotos realizadas a 500mm las diferencias aparentes de tamaño en estos recortes al 100% se deben a que a mínima distancia de enfoque muchos objetivos zoom (por no decir todos) no se comportan como los objetivos fijos. Por ejemplo, a mínima distancia de enfoque y a 500mm el Tamron se comporta realmente como un 400 mm, aproximadamente. Este efecto desaparece cuando la distancia al sujeto es mayor.

Tras hacer un montón de fotos al gatitos de juguete, a los galácticos androides y a la antena de TV del vecino, decidí que había que probar algo unos sujetos más reales así que me busqué unos "gatitos" realmente grandes... eso sí, fotografiados a través de un grueso cristal de seguridad que no brillaba por su transparencia precisamente... lo cual reduce notablemente la definición.





Y por último algunas imágenes sin cristales sucios por medio.

En la siguiente entrada, subiré algunas fotos realizadas con animales en el campo y mis impresiones sobre el comportamiento del Tamron en el campo ;-)






Por cierto, todas las fotos han sido realizadas con una Nikon D300, exposición manual y a pulso (salvo las imágenes comparativas del jaguar) y son formato completo o casi completo (salvo los recortes al 100%, obviamente).