domingo, 27 de noviembre de 2011

El "péh" (pez) de Mario




Hace tres años, mi hijo Mario hizo este retrato de "Sizuka", un carpín dorado que teníamos en una pecera. Un "péh" que decía él. Cuestiones paterno filiares aparte, este dibujo me llamó mucho la atención porque es un buen ejemplo de la sencillez de formas que los niños de dos años aplican a sus dibujos. Dibujos que a los adultos nos parecen pasmosos en muchas ocasiones por la carga de expresividad y abstracción que tienen. 
Un par de años después, Mario y yo decidimos coger los acrílicos y pasar su "pequeña obra maestra" a un lienzo. Aproveché para explicarle a Mario lo interesante que es usar colores complementarios (en este caso el azul y el amarillo) para hacer más atractivas las pinturas. 

 El "artista"
Al final nos lo pasamos en grande y quedamos muy contentos con el resultado. Eso sí, yo me encargé de hacer el trabajo más fino para mantener la identidad del original de Mario al máximo pero él se lo pasó en grande aplicando el acrílico amarillo y viendo luego su "péh" colgado en una de las paredes de casa. 

Si es que, las mejores cosas de la vida, son las más sencillas :-) 

jueves, 24 de noviembre de 2011

La pesca de las picofinas

 





Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode

Hace unas semanas dediqué una entrada del blog a una gaviota picofina qu ese había mostrado realmente colaboradora y me había permitido hacerle una cantidad abrumadora de fotos en acción. Para la entrada de hoy he seleccionado una serie con luz a favor en la que se aprecia la técnica de pesca que este ejemplar estaba poniendo en práctica. El ave nadaba en una balsa salinera de apenas 40 cms de profundidad y con el agua calmada como una balsa de aceite, concentrada en detectar los pequeños peces (¿fundulus?) que nadaban en su sombra. A veces sumergía la parte delantera del cuerpo y capturaba un pececillo pero en otras ocasiones, de repente, remontaba el vuelo apenas unos palmos para ganar ángulo de visión e inercia para penetrar más profundamente en el agua. Entonces, se dejaba caer y casi desaparecía bajo las aguas en busca de su presa.
Siempre me estoy quejando de que las aves no están tan cerca como me gustaría pero, en esta serie, la cosa fue al revés y la gaviota estaba tan cerca que en muchas de las fotos sale cortada. Ojalá hubiera tenido un poco más de tiempo para quitar el 1,4X pero, de todas formas, creo que las imágenes sirven para ilustrar bien la tácnica de alimentación de esta especie :-) 

sábado, 12 de noviembre de 2011

Una foto que parece un cuadro. Un cuadro que parece una foto




Como fotógrafo y pintor de aves en más de una ocasión he escuchado a alguien hacer un comentario del tipo “Esta foto parece un cuadro” o “Esta pintura parece una fotografía” como una forma de reconocimiento de la calidad de la obra en cuestión. Curiosamente, en el mundo de la pintura de naturaleza se valoran positivamente cosas que son vistas como un elemento negativo desde el punto de vista de la fotografía, y viceversa. Una luz muy dura en un cuadro puede ser interpretada como una manifestación de la capacidad del autor para plasmar la realidad de la escena mientras que esa misma luz en una fotografía suele interpretarse, la mayor parte de las veces, como un detrimento e incluso como un error del fotógrafo. Este es uno de los muchos ejemplos que se podrían apuntar para describir lo tremendamente subjetiva que es la percepción artística y la enorme influencia que los estereotipos pueden tener sobre la fotografía.
 
Muchos de estos estereotipos se basan en determinadas respuestas del sistema nervioso y de la propia naturaleza del ser humano, algo que los publicistas y diseñadores gráficos no han pasado por alto y que usan constantemente. Las características de nuestro sistema neurosensorial hacen que los seres humanos sintamos una gran atracción por determinados colores así como por algunas cualidades de las imágenes como la saturación y el contraste. Esta atracción no se debe al azar sino que responde a características biológicas derivadas de la evolución del sistema nervioso y visual y es algo que compartimos con otros grupos de vertebrados que tienen visión en color y estereoscópica. Como las aves y  los monos, sentimos una irresistible atracción por el color rojo y tenemos una gran capacidad para distinguirlo de su color complementario, el verde, lo cual responde a una necesidad biológica básica: la búsqueda de alimento y la supervivencia. La sangre, las latas de Coca-Cola y los Ferrari no son rojos por casualidad… 


Nuestro interés por otros elementos visuales como el contraste, la luz o la composición también pueden ser explicados por nuestra historia evolutiva. Una parte de estos aspectos formaron parte de la investigación que llevé a cabo para la elaboración de mi Tesis Doctoral sobre el comportamiento y la comunicación de una especie nocturna como el chotacabras pardo.



Desde hace tiempo rondaba en mi cabeza la idea de profundizar un poco más en este tema que combina varias de mis pasiones: el comportamiento animal, las aves, la pintura y la fotografía. La oportunidad de materializar esta idea en algo más sólido surgió cuando desde la Asociación Española de Cine e Imagen Científico (ASECIC) me plantearon la posibilidad de preparar un pequeño taller para hablar sobre estos temas como apoyo a los trabajos que los miembros de esta asociación desarrollan en su ámbito profesional. Las producciones documentales de naturaleza suelen estar sustentadas por sólidos respaldos científicos y técnicos ya que el rigor es el pilar fundamental sobre el que se apoyan. En muchas ocasiones, el propio rigor científico hace que los aspectos estéticos y artísticos queden relegados a un segundo plano. Sin embargo, el valor añadido que confieren estos aspectos a las imágenes, ya sean fijas o de vídeo, es cada vez más exigido por los consumidores y por tanto de gran interés para las personas que trabajan con imágenes.

Tras múltiples dificultades para compaginar agendas, el próximo viernes 18 de noviembre, se celebrará un pequeño taller para los miembros de ASECIC en el que trataremos parte de estas ideas. Se trata de una experiencia piloto y mi intención es desarrollar los contenidos para preparar un taller de mayor entidad y nivel de detalle así como un artículo (aunque para eso me hace falta tiempo!).


 Las imágenes que ilustran esta entrada del blog pertenecen a un par de amigos, Juanma, un excelente fotógrafo de naturaleza, y Manolo, en mi opinión el mejor pintor español de naturaleza. Ambos han tenido la gentileza de permitirme el uso de sus obras para ilustrar esta entrada del blog lo que agradezco enormemente porque fue este óleo de Manolo el que hizo de “mecha” para este proyecto en mi mente y fue el búho de Juanma la “chispa” que completó el dúo. Ambas obras ilustran a la perfección el título de esta entrada y el espíritu de este proyecto: “Una foto que parece un cuadro. Un cuadro que parece una foto”.

Podéis disfrutar de su trabajo en: www.juanmahdez.blogspot.com y www.mdgaleote.com

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La vida y la muerte

Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4XTC, a pulso, exposición manual, 7Mp

Todos hemos visto numerosas representaciones de cigüeñas que llevan en el pico un bebé metido en un atillo. Desde luego, para mí es una imagen iconográfica que incluso está en mi partida de nacimiento. En este caso, el momento es mucho más dramático. Uno de los adultos intentaba sacar fuera de la plataforma a uno de los pollos que había muerto. Una escena que me gusta porque combina la dureza del momento con un fondo que, en mi opinión, es dramático y espectacular, y una luz intensa y saturada de la que siempre me gustaría encontrar.

martes, 8 de noviembre de 2011

Trozos de luz

Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4X-TX, a pulso, encuadre original
A estas alturas del blog creo que ya habrá quedado despejada cualquier duda que alguien pudiera tener sobre mi interés por las aves pero cada vez más me veo a mí mismo implicándome más y más con la luz. Mejor si a la luz se le añaden pájaros, por supuesto, pero cada vez disfruto más capturando luces que atraen mis sentidos y que retratan momentos que muchas veces dejo escapar cuando estoy concentrado en un pájaro. Estas escenas forman parte de mis recuerdos y mis vivencias y creo que deben formar parte de mi archivo digital. Mi intención es que este tipo deimágenes se hagan un hueco en este blog, al igual que se lo han hecho en mi imaginario. Pedazos de luz.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Picofinas... y acción!


 

Nikon D300 AFS Nikkor 500VR+1,4X-TC, trípode y Wimberly II, exposición manual, (recortes de entre 9 y 11Mp)

El fin de semana pasado estuve en Murcia por motivos familiares y me pude escapar unas horas a visitar uno de mis lugares favoritos para fotografiar flamencos. Sin embargo en esta ocasión, a pesar de que los phoenicopterus estaban allí, ha sido una jóven gaviota picofina (Larus genei) la que me ha servido de modelo y es que pocas veces, pocas, me he encontrado con un ave tan colaboradora. Indiferente a mi presencia y a la de los múltiples paseantes que frecuentan la zona no dejaba de patrullar por las calmadas aguas de la salina en busca de pececillos que llevarse al estómago y a veces a una distancia que me ha permitido hacer varios retratos de la cabeza. 
Por supuesto, las contínuas zambullidas en busca de comida me proporcionaron un montón de buenas ocasiones para capturar acción como se puede ver en las imágenes que acompañan a esta entrada y que proceden de varias zambullidas distintas