Nikon D300, AFS Nikkor 500VR+1,4XTC, a pulso, exposición manual, 11,5Mp, f6,3, 1/2500 ISO640
Detalle de la imagen anterior
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El viernes, tras salir de la oficina, tenía planificado una tarde fotografiando aves pero, cuando llegué al lugar dónde esperaba encontrar a mis modelos me topé con que estaba invadido de niños jugando a la pelota, vacas y gente tomando el sol. Resigando, decidí dar una vuelta y buscar algo diferente con lo que matar el rato y comenzaron a llamarme la atención unas grandes columnas que a contraluz estaban formadas por minúsculos puntitos de luz. Nubes vivas y bullentes de minúsculos insectos que, a la caída de la tarde, comenzaban a levitar en el aire. Una luz preciosa, una temperatura idónea y el campo lleno de vida así que decidí probar a retratar las nubes de áfidos con el 500mm y un 1,4XTC. 700mm de distancia focal para fotografiar unos minúsculos seres, delicados como un suspiro, y cuya presencia sólo se hacia evidente a contraluz. Bueno, y por que se me introducían por la nariz, ojos y oídos.
La verdad es que disfruté muchísimo estudiando el movimiento sincronizado de los miles de insectos que formaban las nubes, las texturas de luz y sombra. Como el día de las fotos a las fuentes de agua (ver
http://lazumaya.blogspot.com/2011/01/el-universo-en-una-fuente_23.html), terminé fotografiando galaxias, miriadas de estrellas y paisajes cósmicos (uf, comienzo a preocuparme con tanto cosmos!).
Estas formaciones de insectos, aparte de que estéticamente son muy atractivas, son un elemento más del ecosistema y retratarlas es capturar un trocito de la vida que bulle en la primavera mediterránea.
La tarde se convirtió en una reflexión personal sobre las cosas que fotografiamos y lo que retratamos con nuestro trabajo. También estuve pensando en como a veces, en función de la imagen que presentamos podemos llegar a "alterar" el sujeto fotografiado.
Tengo varios encuadres diferentes, unos más abiertos ponen en contexto la verdadera naturaleza de lo fotografiado: un grupo de pequeños insectos que vuelan delante de un tronco de encina, un rayo de sol que se filtra y los ilumina como una miriada de lucecitas. Un encuadre más cerrado, como éste, solo muestra una textura de puntitos dorados sobre un fondo azul oscuro. Una variación de tan solo un par de grados en la dirección de disparo y el fondo es negro y ya no son insectos sino un firmamento. Un recorte al 100% de esta imagen muestra que los puntitos de luz tienen patas y alas y que vuelan en una formación isimétrica nfluenciada por la brisa.
A ver ¿cómo era aquello de que la fotografía captura la realidad y que sólo la podemos alterar con photoshop? ;-)
5 comentarios:
Un placer para lo sentido el visitarte,seguiré haciendolo
Hola Juan, pues has sacado petróleo como se suele decir de una situación en la que otros saldríamos corriendo a por el aután...por si acaso je,je. Fuera bromas :-), muy bien vista la situación fotográfica exprimiéndola con esos contraluzes y logrando unas tomas muy interesantes, me gusta el resultado.
P.D. Creo que ya se ve en grande el pato en la ducha. Un abrazo
Espectacular!!!
me encantan estas tomas(desde mi casita claro).
Muchas gracias por pasar y comentar, me alegra saber que os gustaron :-)
Hola buena toma del enjambre de insectos volando, me recuerda cuando voy a las zonas pantanosas con los mosquitos por todos lados.
Un saludo.
Juan
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