Nikon V1, FT1, AFS Nikkor 500 VR, trípode y wimbery, exposición manual
El otro día tuve la oportunidad de fotografiar el comportamiento sexual de un par de parejas de malvasía cabeciblanca. La luz iba y venía y cuando se produjo la primera cópula el sol de la mañana dejó paso a esa luz grisácea y sombría de un cielo cubierto. Para más fastidio, la pareja eligió el único punto de mi campo visual que estaba tapado por unas ramitas secas de taraje que se movían con el viento. Solo había una opción, enfocar a mano, bloquear enfoque (aunque con la V1 esto no es necesario) y confiar en que entre el movimiento de las ramas habría alguna imagen limpia de interferencias. De la cópula sólo pude sacar una foto decente pero nada más terminar se pusieron en un punto despejado y pude hacer alguna cosa adicional como éstas imágenes en las que se puede observar la anatomía sexual del macho.
Las anátidas, junto con los avestruces, son uno de los poquísimos grupos de aves en los que los machos tienen una especie de pene con forma de sacacorchos y con ganchitos. Una curiosa estructura cuya función, se teoriza, con que está relacionada con la competición espermática en especies promiscuas. Tras una búsqueda en internet no he conseguido encontrar una sola imagen de este tipo en malvasía cabeciblanca aunque si he encontrado algunas sobre otras especies del mismo gñenero y algunos artículos interesantes. Parace que el record en este asunto lo ostenta una especie de malvasía americana, Oxyura vittata, con hasta 42 cm de longitud, un dato notable para un animal de apenas 45 cm.