Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, exposición manual, trípode |
Es alucinante la destreza que los moñudos derrochan a la hora de eludir las embravecidas aguas del océano Atlántico y, lo que es más preocupante, las afiladas rocas que se ocultan tras esa maraña de espuma enfurecida y que poco más a la derecha de la imagen se elevan de las aguas en forma de vertiginoso acantilado.
La mañana que realicé esta imagen, este cormorán repetía una y otra vez el mismo trayecto, a escasos metros sobre la superficie del mar, para acudir al nido en el que el otro miembro de la pareja ya se encuentra incubando.
Inicialmente, esta composición no me acababa de gustar ya que siempre que puedo intento dejar espacio libre en la dirección de vuelo pero la escena me evoca muy claramente lo que contemplé aquella mañana, el ave en la base del acantilado esquivando por poco las olas del mar, sin margen para errores. Esa idea finalmente hizo que la composición me gustara más que otras que tengo con más espacio a la derecha :-)
Detalle de la imagen anterior |
5 comentarios:
Impactante !!!
Dos imágenes llenas de energia y belleza.
Enhorabuena.
Francisco y JR, gracias por pasar y comentar :-)
Foton!!!!es buenísima y sí, la composición elegida es la más adecuada para exponer a Qué fuerzas se enfrenta el cormoran.
Hugo, muchas gracias por tu comentario :-)
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