Nikon D300 AFS Nikkor 500VR+1,4XTC, exposición manual, a pulso (recortada)
El año pasado, durante la Semana Santa y en un acantilado de la costa portuguesa, hice la foto que acompaña a esta entrada aunque desde una posición más distante de lo que hubiera sido idóneo. Durante los dos días siguientes intenté conseguir algo parecido y con menos recorte pero no hubo manera. Este año he vuelto al mismo lugar con la idea de fotografiar cigüeñas, halcones, grajillas y… la sombra del vuelo del cernícalo pero ni siquiera surgió una oportunidad para capturar la imagen que quería. Dentro de unas semanas volveré por allí y lo intentaré de nuevo pero si no lo consigo no pasará nada porque ya tengo una imagen que me gusta a pesar de que es un recorte muy importante. No podré ampliarla como si de un formato completo se tratara. Probablemente nunca será aceptada en un concurso fotográfico que pretenda mostrar al público unas ampliaciones enormes. Probablemente habrá quien piense que es una foto realizada de casualidad (lo cual es totalmente cierto) y que eso le reste interés.
Probablemente.
Pero para mí, seguirá siendo una foto con un enorme atractivo, con una historia que se insinúa en una pared de piedra, me seguirá pareciendo original e intentaré mejorarla pero no porque considere que la calidad artística de las imágenes se deba medir por el número de píxels, el tamaño del papel en el que se imprime o el soporte en el que se muestra sino por el placer de seguir trabajando en ella. Probablemente es la misma sensación que tengo cuando estoy a punto de terminar alguna de mis pinturas y, de repente siento que no quiero finalizarla, que me apetece seguir dando más pinceladas y disfrutar del proceso de creación.
Probablemente.
Pero para mí, seguirá siendo una foto con un enorme atractivo, con una historia que se insinúa en una pared de piedra, me seguirá pareciendo original e intentaré mejorarla pero no porque considere que la calidad artística de las imágenes se deba medir por el número de píxels, el tamaño del papel en el que se imprime o el soporte en el que se muestra sino por el placer de seguir trabajando en ella. Probablemente es la misma sensación que tengo cuando estoy a punto de terminar alguna de mis pinturas y, de repente siento que no quiero finalizarla, que me apetece seguir dando más pinceladas y disfrutar del proceso de creación.
PD. El cernícalo que produce esta sombra es, probablemente, el mismo macho que aparece fotografiado en mi entrada anterior (y en otras como ésta) ya que ocupa el mismo territorio y posaderos.
5 comentarios:
Juan cuando dices que nos vamos a Portugal???
como siempre BRUTAL
Me encanta, a mi parecer no necesitas hacerle nada mas...
Saludos.
Maria
JOOOOO-DER!!!
Una foto diferente, que insinua más que muestra, y sobre todo pura originalidad. Eres un crak. Un abrazo
Muchas gracias, me alegra saber que os gusta porque es una foto que a mí me motiva mucho por lo que insinúa más que por lo que muestra. Diste en el clavo Jesús ;-)
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