Nikon V1, FT-1, Sigma 150 mm, exposición manual, ISO400, mínima distancia de enfoque y máxima apertura
Estos días de atrás he comenzado a probar la V1 con el Sigma 150 mm f2,8 macro de un buen amigo y, aunque no he tenido ocasión de probarlo sobre el terreno, los primeros resultados me parecen muy prometedores e interesantes.
Las fotos que acompañan a esta entrada, son resultados muy preliminares y se han realizado en condiciones de luz muy escasa, sin trípode, a distancias de enfoque mínimas o muy reducidas ya que mi intención era probar, sobre todo, el grado de desenfoque y la capacidad de aislamiento a f2,8 en circunstancias de este tipo.
La capacidad para producir desenfoques agradables me ha sorprendido positivamente aunque podrían ser mejores ya que las realicé a pulso y el trípode es algo a tener muy en consideración para este tipo de imágenes ya que estamos trabajando con una distancia focal equivalente de 405 mm. La nitidez de las imágenes es muy buena aunque, y esta es una opinión muy preliminar, me da la sensación de que la enorme densidad de pixels de la V1 pone en situación comprometida las capacidades ópticas de este objetivo o, al menos, lo lleva muy cerquita de su límite de rendimiento.
Nikon V1, FT-1, Sigma 150 mm, exposición manual, ISO400, máxima apertura
El funcionamiento del AF es bastante… bueno, digamos que unas veces funciona y otras no aunque, honestamente, reconozco que para este tipo de fotografía no me ha supuesto un serio inconveniente y el enfoque manual a través del visor electrónico no ha sido complicado aunque he echado de menos un visor acodado o una pantalla abatible. Eso sí, cuando el AF ha funcionado lo ha hecho de forma bastante decente considerando las circunstancias. No he podido comprobar si el funcionamiento del AF está relacionado con la disponibilidad de luz y el modo de AF que la V1 elige en función de los niveles de luminosidad, con la distancia de enfoque o con el contraste aunque espero probarlo. No obstante, según Nikon, no debería funcionar aunque esto no deja de ser una de las típicas afirmaciones conservativas de la marca cuando hace referencia a compatibilidades entre diferentes equipos cuyo resultado es un funcionamiento muy pobre (ver por ejemplo, las afirmaciones de Nikon sobre el funcionamiento de los objetivos f4 con los multiplicadores 2X).
Nikon V1, FT-1, Sigma 150 mm, exposición manual, ISO400, máxima apertura
Tampoco he podido mirar con tranquilidad el comportamiento de las aperturas de diafragma y la difracción así como otros parámetros pero sí que he podido comprobar que he conseguido fotografiar sin problemas las cosas que me han interesado y que los problemas más grandes que me he encontrado han sido los derivados de trabajar con profundidades de campo minúsculas, distancias de enfoque muy reducidas, dificultad de encuadre, etc. Nada que no sea esperable en este tipo de fotografía.
En resumen, mi primera impresión ha sido muy, muy positiva y aunque yo no soy muy aficionado a la fotografía macro me ha resultado muy divertido usar este combo.
Nota: para esta sesión he usado una modelo de leyenda, una de las mejores cámaras de formato medio que se han fabricado y que protagonizará alguna de las próximas entradas en el blog cuando termine de restaurarla... ;-)