jueves, 24 de diciembre de 2015

Mis mejores deseos para el 2016

Nikon D7200, Tokina 14-24 f4, a pulso, exposición manual (panorámica a partir de dos fotogramas)
Este año he elegido para mi felicitación anual una foto en la que, cosa rara en mí, las aves no son protagonistas sino unos animales muy lejanos a los plumíferos seres que tanto me apasionan. Se trata de un grupo de varios Ctenóforos nadando en uno de los acuarios del Oceanographic de Valencia. Me parecieron unas criaturas fascinantes, nadando en la oscuridad de su habitáculo tan solo iluminadas por una tenue luz cenital que arrancaba arcoiris a las largas filas de cilios longitudinales que festonean el cuerpo de estas medusas. Las pequeñas partículas en suspensión que había en el agua, imperceptibles para mí en el momento de realizar las fotos, se convirtieron en una miriada de estrellas al ajustar los niveles de luminosidad con el Camera RAW. El paralelismo con un paisaje galáctico se hizo evidente para mí como por arte de magia... :-)

Deseo a todas las personas que visitan mi modesta bitácora fotográfica que el 2016 os traiga mucha luz, para los objetivos de la cámara y para todos los aspectos de vuestra vida :-)

Por cierto, las mágicas criaturas que protagonizan esta foto son Ctenóforos de la especie Mnemiopis leidiyi, una medusa invasora procedente de las costas atlánticas americanas y que desde los años 90 se está expandiendo por todos los mares europeos a causa del agua de lastre que trasportan los barcos. 

jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Quién dijo negra?

Tal vez de lejos y con una luz inadecuada el apellido "negra" que ostenta esta especie pueda tener cierto sentido. Y eso pasando por alto la buena cantidad de blanco y rojo que luce. Pero lo cierto es que cuando observas un ejemplar adulto, con plumaje lustroso y buena salud, bajo la intensa luz del atardecer, el negro plumaje de esta especie se convierte en un festín de iridiscencias para la vista. Un sinfín de sutiles matices de color que varían con cada ligera modificación del ángulo de la luz y que no pueden ser captadas en un solo fotograma.
Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR +1,4X-TC, exposición manual, desde el coche

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR +1,4X-TC, exposición manual, desde el coche
Iridiscencias

domingo, 13 de diciembre de 2015

Contraluces de cigüeña

Termina un inusitadamente cálido día de diciembre en los arrozales. Centenares de cigüeñas blancas se preparan para dormir entre las rastrojeras tras una intensa jornada de perseguir a los tractores que remueven el fango del arrozal destapando una infinidad de cangrejos y larvas. Un festín para toda la algarabía de gaviotas, garcetas, cigüeñas, moritos, garcillas, espátulas y garzas que pasan el invierno en el entorno de Doñana.

También es un festín para mis ojos.

Al final de la tarde, el sol casi rozando el horizonte, encuentro un grupito de cigüeñas un poco más alejadas de la marabunta ornítica, con la silueta perfilada por los últimos rayos del astro rey. Un contraluz que me hace echar el freno de mano y disfrutar del espectáculo hasta que oscurece.

Nikon D7299, AFS Nikkor 500 VR+1,4X-TC, desde el coche, exposición manual (todas)



viernes, 4 de diciembre de 2015

Moritos entremudados


Nikon D7200, Afs Nikkor 500VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche
Ayer me escapé un rato a los arrozales después de terminar el trabajo en la oficina. Hacía una tarde espléndida, soleada y cálida,  tremendamente cálida como para estar en diciembre, así que no me pareció extraño encontrarme con algunas garcillas cangrejeras y cigüeñas negras. A pesar de que todos los años las veo por estas fechas, se me sigue haciendo raro verlas en invierno.
Nada más llegar a la zona de arrozal me dí cuenta que había mucho bullicio: miles y miles de moritos, otro tanto de cigüeñas blancas y un número inimaginable de gaviotas a las que acompañaban garcetas grandes, avefrías, garcetas comunes, garzas reales, laguneros, espátulas y un largo etcétera de especies.

Nikon D7200, Afs Nikkor 500VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche
Detuve el coche en la primera tabla de arroz que encontré cerca del camino y al poco rato se acercó un pequeño grupo de moritos y, entre ellos, este jovenzuleo que se mostró especialmente confiado al que ya comienzan a asomarle algunas plumas de intensa iridiscencia verdosa y que contrastan enormemente con el plumaje juvenil, desgastado por la intensa luz del verano andaluz.
Nikon D7200, Afs Nikkor 500VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche

Nikon D7200, Afs Nikkor 500VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche

martes, 24 de noviembre de 2015

más garcetas grandes :-)

Las garcetas grandes me tienen muy entretenido y no dejan de proporcionarme oportunidades para hacer el tipo de fotografías que más me gusta, los vuelos, y seguir haciéndome al funcionamiento de la D7200.
Por cierto, en estas fotos con luces tan complicadas y aves con un plumaje tan extremadamente claro no acabo de encontrarme muy a gusto con el rango dinámico de esta cámara. Tal vez ese sea el punto más débil que le he encontrado por ahora. En fin, seguiremos probando ;-)

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR, a pulso desde el coche, exposición manual (todas)


 

jueves, 19 de noviembre de 2015

Cigüeña negra



Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche, ISO800
Entre garceta y garceta, estos días de atrás he tenido la fortuna de encontrarme con un grupito de cigüeñas negras que pasan el invierno en la reseca marisma. Al contrario que sus hermanas blancas, éstas son tremendamente desconfiadas y ariscas pero en un par de ocasiones volaron muy cerca del coche, tanto que en buena parte de la serie que le hice a este jovenzuelo fui incapaz de no "amputarle" algún trozo.
Si bien los jóvenes no tiene el colorido tan espectacular de los adultos me encantan las texturas broncíneas del plumaje juvenil, especialmente cuando relucen con los últimos rayos del sol.  

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche, ISO800

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche, ISO800

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR + 1,4X-TC, exposición manual, a pulso desde el coche, ISO800





sábado, 14 de noviembre de 2015

El cielo rosa ISO2000

(todas) Nikon D7200. AFS Nikkor 500 VR, exposición manual, desde el coche, ISO2000





Una puesta de sol espléndida acompañada de una ligera capa de humo procedente de alguna lejana quema de rastrojos me proporcionó una luz fantástica justo cuando ya recogía los trastos para dar por finalizada la sesión con las garzas. Aunque por la exposición de las imágenes no lo parezca lo cierto es que la luz era ya realmente escasa, a pesar de lo cual ese tono asalmonado del cielo y la gran cantidad de garzas que revoloteaban en las proximidades me animó a sacar de nuevo la cámara. "A ver qué sale", pensé mientras subía la sensibilidad de la cámara a ISO2000, algo que ni se me hubiera ocurrido hacer con mi D300. Cuando me percaté de que el 500 tenía montado el 1,4X ya no hubo opción de quitarlo porque la escasa luz se desvanecía por momentos así que tiré con lo que había.... 1/500s, f7 y a pulso. 
Me sorprendió que la cámara pudiera coger foco con una más que relativa facilidad, y que lo mantuviera me sorprendió más todavía. Mucho. De todas formas no se le pueden pedir peras al olmo y a pesar de todo esto la definición se ve notablemente mermada por la escasez de luz, el ruido digital y la velocidad de obturación tan lenta pero unas cuantas fotos tienen la suficiente calidad como para pasar el límite de mi satisfacción personal. En fin, ya estoy deseando de probar ese ISO2000 con un poquitín más de luz a ver qué tal resultado da ;-)

domingo, 8 de noviembre de 2015

Nikon D7200 y garzas 3




Algunos ejemplos más de las garcetas grandes en acción, obtenidas con la Nikon D7200 y el 500 VR desde el coche. En este caso, un adulto tras la captura exitosa de una presa de considerables dimensiones que se tragó como si de un aperitivo se tratara, sin pestañear ni un segundo.
Las aves estuvieron bastante activas capturando peces en una zona dónde éstos se amontonaban mientras intentaban salvar un pequeño obstáculos, de ahí el motivo de que las garzas estuvieran tan confiadas y es que solo parecían tener ojos para los infortunados peces ;-)

Detalle de una de las fotos anteriores

lunes, 2 de noviembre de 2015

Nikon D7200 y garzas 2

Algunos ejemplos más de la sesión del otro día. En este caso con una especie que suele ser bastante desconfiada en la zona dónde hice las fotos pero que, incomprensiblemente, el otro día se mostró totalmente descarada y sin ninguna timidez ante mi presencia.
Al igual que las imágenes de la anterior entrada, todas las de esta están realizadas con la Nikon D7200 y el 500 VR desde el coche









martes, 27 de octubre de 2015

Nikon D7200 y garzas 1



He estado usando la Nikon D7200 desde finales de mayo aunque, por diversas causas, lo he hecho de forma muy intermitente y básicamente solo he tenido ocasión de probarla con mi Tamron SP 150-600 VC. Las sensaciones con este objetivo han sido muy buenas pero tenía muchas ganas de someterla a una prueba real con el Nikkor 500 VR cosa que no he podido hacer hasta hace unos días, entre otros motivos porque el 500 tenía que pasar una revisión en el servicio técnico.

La semana pasada, tras una larga temporada de escasa actividad fotográfica, conseguí hacer un hueco entre el frenético ritmo diario del trabajo, los niños y otros menesteres y escaparme un par de horas al campo para ver qué tal se entendían la D7200 y el recién ajustado y afinado 500 VR tras su visita a FINICON. Tuve la suerte, además, de encontrar un grupo de aves inusitadamente colaboradoras que me dieron un montón de oportunidades fotográficas así que pude ver el rendimiento del equipo a fondo y volver a casa con la sensación de haber disfrutado mucho con la respuesta del equipo. En resumen, estoy realmente satisfecho con ésta cámara y con la forma en que se entiende con los objetivos que uso. Muy satisfecho.





No voy a entrar a comparar en detalle esta cámara con mi adorada D300 y a pesar de que hay varias cosas que echo de menos en la D7200 no sería justo decir que no estoy encantado: La respuesta del AF me ha gustado mucho y me parece notablemente mejor que la de la D300 y, al menos en condiciones de luz pobre, la diferencia es importante. Aspectos como la adquisición de foco inicial y la consistencia en el seguimiento se notan bastante mejorados, algo que he notado rápidamente en la fotografía de vuelos, con un mayor número de imágenes en foco, series más consistentes y una mejor capacidad para fotografiar vuelos contra fondos de vegetación que a la D300 le generaban bastantes problemas. El incremento en buffer respecto a modelos anteriores es para mí más que suficiente y la calidad de imagen, bueno no es ninguna sorpresa decir que está muy, muy mejorada con respecto a la D300. No en vano hay bastantes años de diferencia en avances técnicos entre ambos modelos. Ya lo había comprobado con modelos anteriores como la D7100 aunque no fue motivo suficiente para jubilar mi D300 y es que el AF y buffer de la D7100 me parecieron frustrantes, decepcionantes…






Probablemente, lo que más echo de menos es la configuración de botones y diales ya que la calidad de construcción no me ha supuesto ningún problema de momento. Eso sí, toquemos madera, el día que se caiga al suelo me acordaré de “cualidad de tanque” que tiene la D300. Por supuesto, también echo de menos el contar con los 8 fps de la D300 aunque me gusta mucho la idea de usar un mismo tipo de batería para la D7200 y la V1.

Respecto a las pruebas del otro día hay que decir que garzas reales, garcetas grandes, garcetas comunes y gaviotas reidoras estuvieron especialmente colaboradoras y, aunque los niveles de luz en algunos momentos no fueron muy adecuados, la cámara pudo rendir a tope.

De momento, aquí dejo unos vuelos de garza real. En próximas entradas iré incorporando más imágenes de acción de la sesión del otro día :-)

domingo, 27 de septiembre de 2015

Fulmares y dificultades técnicas

Nikon D7200, Tamron SP 150-600 VC, a pulso, exposición manual
Nikon D7200, Tamron SP 150-600 VC, a pulso, exposición manua
El fulmar ha sido, desde un punto de vista técnico, la especie que más difícil me ha resultado fotografiar en mi viaje a Escocia y no precisamente porque fueran tímidos y no dieran oportunidades pero al vuelo... no había manera de obtener un resultado decente.
Con los ejemplares posados no había problema, por supuesto, pero las aves que se paseaban una y otra vez frente a mí, e incluso se quedaban flotando cernidas en el aire, fueron una PESADILLA. Supongo que la causa hay que buscarla en una "equilibrada combinación" de varios factores que jugaban en mi contra como la escasez de luz, la falta de contraste y lo poco que resaltaban estas aves contra el mar grisáceo y que hacían que la cámara no fuera capaz de hacer un buen trabajo. La mayor parte de las imágenes que conseguía estaban faltas de "brillo", por describirlo de alguna forma, lo cual me llama mucho la atención porque al mismo tiempo estaba fotografiando alcatraces sin ningún problema.
La verdad es que nunca había experimentado de forma tan clara el efecto que la falta de contraste tiene sobre la capacidad del autofoco para obtener un buen resultado.

Nikon D7200, Tamron SP 150-600 VC, a pulso, exposición manua

Nikon D7200, Tamron SP 150-600 VC, a pulso, exposición manua

En esta imagen de mi amiga Isabel estoy dándole caña a los fulmares, por cierto con un frío que pelaba, y aunque no lo parezca por la imagen, el precipicio que hay a mis pies era de vértigo. Malas condiciones para alguien con vértigo como es el caso del que esto escribe ;-)


jueves, 23 de julio de 2015

Retratos de árao






Los áraos siempre me han parecido unas aves interesantes con esas formas tan "pingüinescas" y su plumaje tan abigarrado pero no ha sido hasta que los he tenido a menos de un metro de distancia y en la plenitud de su plumaje nupcial cuando me he dado cuenta de lo realmente alucinantes que son estas aves. Tal vez no luzcan un aspecto tan colorido como los frailecillos o una expresión tan simpática pero de cerca son increiblemente armoniosos.
La textura del plumaje, organizada en capas delgadas, apretadas como si escamas se tratara, la enorme vida que tiene sus ojos, el llamativo color del interior del pico y esa estructura de plumas apretadas que forma una línea acanalada tras el ojo.... uf, son alucinantemente hermosos :-)