miércoles, 13 de abril de 2016

Alimoche

Nikon D7200, AFS Nikkor 500 VR, trípode, exposición manual, hide con cristal espía
Continuamente me enfrento a la situación de elegir una foto entre una serie formada por varias tan parecidas que solo se diferencian por lo que pueda haber ocurrido en la diminuta fracción de tiempo que las separa. En fotografía de acción de aves una milésima de segundo se puede traducir en una membrana nictitante que arruina el ojo, un imperceptible giro de cabeza, una ligera modificación en la posición del cuerpo, un trozo de ala cortada o un cambio en la proporción de sombras y en esos detalles puede estar el factor que determina qué foto es la elegida. En muchas ocasiones tengo muy clara la elección al primer golpe de vista pero en otras me resulta tremendamente difícil y no soy capaz de identificar un elemento decisivo que incline la balanza en uno u otro sentido. En esos casos intento dejar a un lado los detalles y centrar mi atención en la sensación que me transmite cada imagen.
Esta foto pertenece a una serie de varias que tienen un fondo igual de lejano y desenfocado, con una luz general similar y en la que no hay problemas de enfoque. Solo hay variaciones debidas al movimiento del ave y al ángulo de la luz que le incide debido al giro.
Este alimoche es uno de esos casos en los que una imagen con un ojo medio tapado y la punta de un ala cortada le gana la partida a otras en la que hay un buen contacto ocular y las alas han entrado por completo en el encuadre. No sé bien porqué pero esta imagen me trasmite tranquilidad y un recuerdo especialmente agradable del momento si la comparo con el resto de la serie. Supongo que el hecho de que el ave esté en la asíntota de su giro, momento en el que dada la perspectiva parece ingrávido, la ligera inclinación de la cabeza y el ojo relajado son los elementos que hacen que me transmita tanta tranquilidad. Tal vez la posición de las alas en las otras imágenes de la serie, mucho más enérgica, rompe esa sensación de relax. No lo sé y tampoco importa demasiado ya que probablemente otra persona hubiera seleccionado la imagen siguiendo otro proceso pero a mí, ésta es la que más emociones me transmite y de eso se trata ¿no? De disfrutar de las fotos que nos hacen sentir ese cosquilleo que tanto engancha :-)

2 comentarios:

j. Daniel Fernández dijo...

Magnifica diagonal la que has conseguido con una luz fantástica.
Un saludo y buen finde.

Juan Aragonés dijo...

Daniel, muchas gracias por tu comentario :-)