lunes, 29 de noviembre de 2010

El gigante de los mil ojos



En la mitología griega, Argos era el gigante de los mil ojos al servicio de la diosa Hera. El mejor guardián que nadie pudiera desear ya que siempre mantenía alguno de sus ojos abiertos. Tras la muerte de Argos, Hera hizo que los ojo de su fiel guardian se conservaran para siempre en las plumas de los pavos reales.
Curiosamente, ninguno de los nombres científico de las dos especies de pavo real (Pavo muticus y Pavo cristatus) hace referencia a la característica más evidente de la especie, los fabulosos ocelos que los machos lucen en las plumas del obispillo. Sí, he dicho bien, el obispillo y no la cola como erróneamente se afirma. Las plumas de la cola son muy discretas y son las que realmente permiten que el ave despliegue sus espléndios atributos.
Alguien no tuvo en cuenta el deseo de la diosa Hera cuando bautizaron científicamente a los pavos reales pero, más tarde, alguien se acordó del episodio mitológico y usó el nombre del gigante para bautizar a otra especie de la familia phasianidae... con doble ración, el faisan argos (Argusianus argos) de Malasia, una de las criaturas más espléndidas con las que he tenido la suerte de toparme en mi vida.
Ni que decir tiene que Hera se sentirá muy satisfecha con el nombre de este faisán.

3 comentarios:

Atanasio Fernández García dijo...

Hola Juan! Interesante historia mitológica, menos mal que Argos al final encontró el reconocimiento que merecía!. Me apasiona como interpretaban en la antigüedad el comportamiento de las especies y los fenómenos de la naturaleza. Ayer, recopilando documentación sobre leyendas en torno a las grullas, me topé con Claudio Eliano, un griego que en el siglo II escribo "Historia de los animales", recopilando fábulas y curiosidades de diferentes especies. Encontré el libro de segunda mano y estoy deseoso de recibirlo! El detalle de estas plumas es espectacular,rozando lo abstracto. Un abrazo!

Rubén Rodríguez Olivares dijo...

Ahora resulta que no eres solo un maestro del revelado y de la fotografía, sino que eres un maestro de la mitología. Genial el relato, me ha dejado boquiabierto, muy bonito.
Ya me contaras de donde los sacas....
Un abrazo.

Juan Aragonés dijo...

Atanasio, ya estoy deseando ver lo que da de si ese libro que tiene tan buena pinta y que seguro que en unas manos como las tuyas terminará traduciéndose en nuevas e interesantes entradas en el blog :-)

Rubén, la mitología es una de mis pasiones, aunque la Romana y la Griega no son mis favoritas (prefiero la nórdica y la americana, con diferencia). La cuestión es que el antropocentrismo europeo tiende a ignorar todo lo que no sea cultura clásica y por eso existe una importante conexión entre los taxónomos que pusieron nombre a las especies (de origen europeo culto) y el latín y, por tanto una conexión griega y romana. Muchos nombres científicos proceden de mitos latinos o griegos. Te adelanto que en el futuro se barruntan varias entradas en el blog sobre temas de mitología y sobre antropología amazónica (arte tribal y plumas), uno de los temas que más me fascinan y sobre el que he recopilado un montón de información desde hace años